domingo, 22 de marzo de 2015

Reflexologia



La reflexología es un masaje que despierta en el organismo el proceso de autocuración. Es una combinación de ciencia y arte. Como ciencia requiere de un profundo estudio del organismo y gran conocimiento de las técnicas y destrezas, y como arte curativo, es fundamental que la reflexología sea aplicada con concentración, percepción y sensibilidad.



La reflexología actual se remonta a las antiguas culturas de Egipto, China e India, las cuales aplicaban masaje en los pies para proporcionar buena salud. Es introducida en Occidente, en el año 1913, como Terapia de la Zona, por el Dr. Williams Fritzgerald, quien comienza a estudiar la relación existente entre las zonas reflejas de pies y manos con otras áreas y órganos del cuerpo. En el 1930, Eunice Ingham, fisioterapeuta, continúa desarrollando esta teoría de la zona hasta llegar a lo que hoy se conoce como reflexología.


Los pies y la manos son un microcosmos, un perfecto mapa de la totalidad del cuerpo humano. Todos los órganos, las glándulas y las partes del cuerpo se encuentran conectados con el cerebro y la médula espinal por medio de una compleja red de nervios que tiene muchas de sus terminaciones en manos y pies. La reflexología aprovecha estas terminaciones sensitivas que facilita dicha red para realizar presiones con pulgares, dedos y nudillos en las áreas específicas que el terapeuta evalúe apropiadas para proporcionar el alivio buscado.


Algunos de los beneficios de esta terapia complementaria son: 
Relajación profunda, reducción del estrés y la ansiedad 
Reducción de dolores y molestias físicas (dolores de cabeza, cuello, espalda, hombros, etc; indigestión, irritaciones, edemas…) 
Terapia complementaria a atenciones médicas como: recuperación post-operatoria, pre y post parto, en enfermedades terminales, etc 
Revitalizante, energético 
Eliminación de toxinas: activa los sistemas linfático y excretorio 
Mejoramiento del flujo sanguíneo 


Reflexología podal


La sensibilidad y receptividad que los pies tienen frente al tratamiento los coloca en un lugar de preferencia a la hora de aplicar reflexoterapia. Estas cualidades están dadas en parte por la cantidad de terminaciones nerviosas que los pies poseen y otro tanto porque gran parte del día los tenemos cubiertos y protegidos. Existen otras razones muy válidas para elegirlos, como ser: mala circulación en miembros inferiores, hinchazón, excesivo calor, frío; dolor por estar mucho tiempo de pie o calzado inadecuado.






Piernas cansadas

Quien más quien menos en algún momento de su vida ha padecido o padece de piernas cansadas, pesadas, hinchadas, calambres, hormigueos, ardores, venas dilatadas, celulitis…

Estudios realizados por la SEACV, concluyen que 1 de cada 3 personas tiene alguno de estos síntomas. El síndrome de piernas cansadas siempre ha tenido mayor incidencia en las mujeres aunque cada vez es más frecuente en los hombres. Si bien la edad (más de 45 años), el sexo, los antecedentes familiares, el sobrepeso, los malos hábitos como fumar o una dieta desequilibrada son factores de riesgo, el más determinante es el tipo de trabajo que se desempeña.

Las profesiones que obligan a pasar más de 5 horas de pie o sentados son las de mayor riesgo. Amas de casa, peluqueros, camareros y recepcionistas, por nombrar algunos, manifiestan sentir dolor o pesadez de piernas y pies con frecuencia.

La buena circulación sanguínea es fundamental para gozar de óptima salud. La adecuada llegada de sangre a todos los tejidos garantiza su nutrición y buen funcionamiento. Los pies y las manos frías son dos síntomas que pueden indicar que hay un problema en la circulación. Según la Dra. Cristina Puigdellivol, vocal del Capítulo Español de Flebología (CEF) “las piernas cansadas, la pesadez, los tobillos hinchados y la aparición de varículas son los primeros indicios de la insuficiencia venosa”. Esta alteración se debe a que los vasos sanguíneos no bombean la sangre de manera eficiente desde las extremidades inferiores hasta el corazón. Las venas poseen unas válvulas que propulsan la sangre venciendo de este modo la fuerza de gravedad. Cuando estas válvulas fallan aumenta la presión sanguínea en las venas, debilitando y dilatando sus paredes.

El CEF nos previene: “tanto el estreñimiento como el sobrepeso producen un aumento de la presión venosa que dificulta la circulación de retorno”.

Los especialistas recomiendan para las fases inciales el uso de medias compresivas (elásticas), que imitan el bombeo de la sangre al corazón al estar diseñadas para ejercer más presión distal (en el tobillo) que proximal (muslo). Otra sugerencia muy básica, si trabajas sentada o de pie por muchas horas, es la de mover el cuerpo para que la sangre comience a fluir nuevamente. Si trabajas sentada, extiende y rota los tobillos varias veces, ponte de pie, camina un poco. Si trabajas de pie puedes alternar el peso de tu cuerpo sobre una pierna y otra, siéntate unos minutos en cuanto tengas oportunidad.

Se aconseja usar ropa y calzado cómodos que no sean ceñidos, llevar una dieta equilibrada para evitar sobrepeso o acumulación de colesterol en las venas.

El ejercicio físico activa la circulación general del organismo y en consecuencia mejora el retorno venoso. Algunos recomendados son estiramientos, gimnasia, yoga, caminatas, baile, ciclismo, natación…

También te beneficiará recibir masajes circulatorios y drenantes. La estimulación mecánica de la piel y los músculos activa la circulación atrayendo el flujo sanguíneo hacia la zona tratada. La contracción muscular de las piernas estimula el retorno venoso, por ello los programas de musculación y capilarización de electroestimulación dan muy buenos resultados. El drenaje linfático manual y la presoterapia facilitan la eliminación de toxinas del tejido ayudando a reducir la hinchazón.

Los flavonoides (resveratrol, licopeno, quercitina, hesperidina, isoflavonoides) poseen propiedades muy apreciadas para la medicina y la estética . Una de sus funciones en el organismo humano es la de tonificar el corazón y los vasos sanguíneos. Puedes ingerirlos a través de los alimentos y los suplementos nutricionales. También puedes aplicarte localmente cremas y geles fríos con activos como ginkgo biloba, castaño de indias, hamamelis, centella asiática, fucus vesiculosus…

Los baños de contraste se utilizan para provocar respuestas sucesivas de vasoconstricción y vasodilatación cutánea. El agua caliente deberá oscilar entre 38-44 ºC y el agua fría a 10-20 ºC.

¿Sabías que…

…permanecer acostada, con las piernas levantadas a 90º grados del suelo y apoyadas contra la pared es excelente para mejorar el retorno venoso? Prácticalo 10 minutos todos los días y descubrirás sus beneficios.


Una sesión de reflexología dura de 30 minutos a una hora según el tratamiento a realizar. Lo más conveniente es recibir el masaje recostado en una camilla y siempre con los pies desnudos. Según la problemática a tratar el terapeuta podrá recomendar de una a dos sesiones semanales durante unas semanas. La relajación mental y física se obtienen prontamente; la agitación, ciertos dolores, la sensación de piernas pesadas, la recuperación de la vitalidad, se sienten con frecuencia desde la primer sesión. Los dolores crónicos necesitan un poco más de tiempo para conseguir alivio.



 mapa reflexológico de la planta del pie




Reflexología – Automasaje para relajar


La reflexología es un excelente masaje para relajar el cuerpo en general. Si aún no lo has experimentado puede que te digas que masajear los pies por supuesto que relaja los pies pero que beneficie a todo el cuerpo… pues cómo es eso.


Se sabe que los pies son un microcosmos, un perfecto mapa de la totalidad del cuerpo humano; que todos los órganos, las glándulas y las partes del cuerpo se encuentran conectados con el cerebro y la médula espinal por medio de una compleja red de nervios que tiene muchas de sus terminaciones en los pies.


Lo que te quiero proponer hoy son unas ideas para que te hagas tú misma un masaje de reflexología. También puedes pedirle a alguien que te lo haga, la ventaja que tiene esta opción es que te puedes relajar muchísimo más. Además, si tienes problemas en tus rodillas o te cuesta acercar tu pierna a tu tronco seguramente necesitarás de alguien dispuesto a ayudarte y hacerte el masaje.


Como recomendaciones previas será bueno si realizas el automasaje en un momento que puedas estar tranquila y atender sólo a ello (eso de hacerse el masaje mientras se mira la televisión no es algo que recomiende). Puedes ponerte música y aromar el ambiente con un hornillo con esencias o un varita de sándalo.


Puedes también combinarlo con hidroterapia. Sumerge tus pies unos diez minutos en un recipiente con agua tibia con sal marina. Esto hará que los músculos se relajen y el tejido esté más flexible.


Elige el suelo, un sillón o una silla para acomodarte; lo principal es que adoptes una postura general lo más cómoda posible.

Si mientras trabajas en el pie sientes que debes extender tu pierna para descansar tu rodilla de la posición un tanto exigida en la que se encuentra, hazlo tantas veces lo necesites y luego retomas el masaje.


Para hacer el masaje utiliza una crema en muy poca cantidad. Si usas mucha crema o un aceite te resbalarán los dedos y se te dificultará hacer las presiones.


Los pasos que te voy a decir son para relajar los pies y el cuerpo en general. Te daré las indicaciones para el pie izquierdo y luego las inviertes para el derecho. 
Apoya tu pie izquierdo sobre tu muslo derecho o sobre la superficie en la que estés sentada. Distribuye una pequeña cantidad de crema en todo el pie con movimientos envolventes. Utiliza las dos manos y haz cinco a seis pasadas. 
Presiona seis segundos con tu pulgar (el que te quede cómodo) en la zona refleja del plexo solar (zona 18) y luego realiza seis pequeños movimientos circulares en el lugar. 
Con los dedos pulgar, índice y mayor de tu mano derecha masajea cada dedo del pie. Comienza por el pequeño, desde la base del mismo y recórrelo hasta la punta. Házlo cinco a seis veces y pasa al dedo siguiente y así sucesivamente. 
Utiliza el pulgar de tu mano derecha para hacer presiones sobre la almohadilla metatarsiana (zonas 9, 13, 14) 
Con el pulgar izquierdo haz diez movimientos circulares en sentido horario abarcando la parte central de la planta del pie ( esta zona va de la línea del diafragma ala del nervio ciático. Corresponde al abdomen). 
Con el pulgar de tu mano izquierda realiza presiones a lo largo de la zona refleja de la columna vertebral. Empieza por el talón y llega hasta la punta del dedo gordo. Haz tres veces el recorrido. 
Utiliza el pulgar de tu mano derecha para hacer presiones por todo el área del talón y luego haz cinco a seis presiones en el centro del talón. 
Presiona seis segundos con tu pulgar (el que te quede cómodo) en la zona refleja del plexo solar y luego realiza seis pequeños movimientos circulares en el lugar. 


Realiza el auto masaje diariamente y comprueba los beneficios que trae para tí.