viernes, 26 de abril de 2013

Hay que conocer bien con quien hablar de política






Porque cuando se habla sobre política casi siempre hay enemistad?

Y con las elecciones de Abril a menos de un mes, es difícil escaparse de una conversación sobre política con la familia o amigos. Pero hay que tener cuidado. La política es un campo minado que puede desfigurar las relaciones humanas.

Tu prima política puede convertirse en tu enemiga política. Tu hermana te deja de hablar porque no comparte tus posturas políticas y sociales. Tu amigo toma como ofensa personal tus idealismos y preferencias políticas. y pare de contar.

Sin embargo, hay tácticas que puedes usar para hablar de política sin dañar tus relaciones. Estas son algunas de las reglas que me han servido para mantener buenas relaciones con mis amigos y parientes a pesar de tener diferencias importantes de opinión.

Regla #1: Trato de no hablar de política y menos con personas que tengo el pleno conocimiento que no van a cambiar, lo que si casi estoy segura es que va a ver roces y prefiero evitarlo. La política a pesar que es todo y esta en todo, porque esta metida hasta en las piedras no deja de ser un tema divisorio que puede tener consecuencias sociales potencialmente desastrosas.

Claro mi esposo no esta de acuerdo conmigo en esto, recuerdo las guindadas que se echaba con mi hermano parecían que ya se mataban, pero con el verbo, claro después todo volvía a la normalidad, al rato ya estábamos sentados compartiendo una comida una bebida etc etc, estos temas hay que conversarlos pero saber abordarlos. Si quieres evitar problemas sociales mejor no hables de política, especialmente si desconoces a las personas en el grupo o si hay alguien con un punto de vista muy distinto al tuyo. Así como no debes beber alcohol y manejar, tampoco debes beber alcohol y hablar de política ya que podrías dejarte llevar por las emociones y despertar al siguiente día con un par de amigos menos. Es lamentable pero es así. Les cuento que para conseguir un cupo en la universidad para un pariente tuve que tolerar que esa "amiga" me hablara mal de mi líder pero de no ser así no me hubiese ayudado, así de fanáticos muchas veces son algunas personas. Bueno y que me decía mi marido, no le aguantes esa vaina que no te consiga nada y ya, y me decía  si te arrastras no te pongas brava cuando te pisen, pero me puse a pensar y que gano con discutir con ella? pelearme? para que? Por eso mejor no hablo de política. 

Regla #2: Infórmate antes de hablar. Si has decidido hablar de política, infórmate bien antes de abrir la boca. Tengo una conocida, por ejemplo, que en verdad cree que el presidente Chávez era un asesino. Esa es una señal de que mi conocida no sabe de política y que es mejor hablar con ella sobre perfumes y gatos.

Regla #3: Aprende cuándo cambiar de tema. A veces los debates políticos aumentan demasiado los niveles de intensidad. En esos casos es mejor cambiar de tema. El silencio es una manera de decir que has terminado de hablar sobre ello y que le has dado la última palabra a tu interlocutor. Intenta cambiar de tema y si eso no funciona, aléjate momentáneamente del grupo para ir al baño o tomar un vaso de agua. Si eso no funciona, habla con otras personas sobre otras cosas.

Regla #4: Cuidado con las redes sociales. Pienso que es mejor en tal caso si se quiere hablar de política con alguien tratar de hacerlo personalmente ya que puede malinterpretarse muchas palabras. Las redes sociales nos permiten compartir nuestros puntos de vista instantáneamente y con una gran cantidad de personas, por lo que hay que ser precavido con los comentarios políticos. Sí, seguramente generarán mucha discusión, pero debido a que la discusión es virtual, es fácil malinterpretar comentarios y casi imposible detectar el sarcasmo. No es lo mismo hacerlo persona a persona. El otro día un amigo publicó en Facebook un mensaje que decía algo así: “Necesito desesperadamente un botón que esconda todos los comentarios políticos para que aún pueda seguir teniendo amigos cuando terminen las elecciones”. Espero que sigamos siendo amigos.

Regla #5 No lo tomes personal. Las amistades y los puntos de vista diferentes son perfectamente compatibles. Tengo parientes y amigos cuyas posturas políticas son totalmente opuestas a las mías. Sin embargo, a lo largo de los años he aprendido a hablar (o no hablar) de política con ellos. En las ocasiones en que hemos tenido discusiones intensas, siempre he hecho un esfuerzo para no seguir la conversación. Sus posturas no las tomo como un ataque contra mi persona o mis ideales. Son simple y sencillamente otros puntos de vista. Pero es que la gran mayoría tergiversa todo y lo toma a título personal. 




En una convocatoria en la página de Facebook de LA NACION ( www.facebook.com/lanacion ) se publicó la pregunta acerca de si alguien había participado de peleas entre amigos o familiares por temas políticos. Obtuvo en dos horas 357 comentarios; 24 horas después ya eran más de 500.

Lo que sigue son algunos ejemplos de estos comentarios tomado de la nacion de Argentina:

Moni: "Mis hermanas y cuñados ya no me tratan por ser anti-X".

Marcelo: "En mi ámbito social hay gente que sólo tiene odio para entregar, cacerolas para destituir e ideales egoístas, yo no discuto, por lo general no hablo con las paredes, pero aclaro que sé elegir mi entorno, y las personas con las que me rodeo son buena gente. En mi círculo diario y social no hay anti-X, sólo hay algunos que no adhieren al modelo; los anti lo que sea no son parte de mi entorno ".

Patricia: "Me pasó de ir visitar a un amigo que vive con la novia y me advirtió que no hable mal de los x porque ella se iba a enojar".

Lidia Noemi: "Por desgracia sucede. Familiares no, pero amigos se alejaron y, si hoy me ven, creo que cruzan de vereda".

Manuel: "Sí, lamentablemente con algunos amigos cuando aparece alguna cuestión política alguien enseguida cambia el tema, si no, termina mal. Los x son muy cerrados y no admiten grises, no se puede ni dialogar".

Adolfo: "Me pasó, pero ¿qué extrañan? ¿Gobiernos como los de Menem, De la Rúa o Alfonsín, o quizás Onganía o Videla o lo que hay en España o en Grecia?"


DE REOJO

Alan Laursen, de 24 años, también vivió momentos de zozobra por el mismo tema. "Me considero una persona diplomática y democrática, pero en ciertas ocasiones estas actitudes conflictivas me han chocado mucho y mal predispuesto con personas que, por ahí son x pero igual de diplomáticas que yo. Uno, ya acostumbrado a ese nivel de agresión y conflicto, empieza a mirar de reojo al otro, y eso termina siendo lamentable para las relaciones humanas", reflexionó.

La frecuencia de las peleas entre familiares y amigos sucede aun entre personas de probada tolerancia que hasta crecieron en estructuras familiares y educativas muy similares. Incluso amigos de toda la vida con un pensamiento concordante sobre los grandes asuntos públicos.

La sensación generalizada, más que de "intolerancia", podría definirse como de "incomprensión" mutua. Entre los "creyentes" y los "escépticos". Los que no pueden creer que su amigo defienda las medidas de "este gobierno" y, del otro lado, los que no pueden comprender cómo un par no acepta las "bondades" de esas decisiones políticas.
"DISCUSIONES INFERNALES"

Gabriel Salamida se define como "x". su mujer, sus amigos desde antes incluso de casarse, son críticos del Gobierno ("anti-x", en la definición más difundida actualmente, o "gorilas", en el sentido anacrónico y despectivo). "Son discusiones infernales. En los almuerzos siempre hablamos de política y discutimos muy a fondo, hay momentos en que se pone áspero y las mujeres nos tienen que frenar...

-¿Y no le preocupa que ese clima derive en una ruptura social grave del tipo peronistas-antiperonistas, federales-unitarios...? -le preguntó LA NACION.

-Por sobre todas las cosas está la amistad. Yo estoy convencido del modelo, sobre todo del primer modelo, y veo que pasamos del "no nos metamos" a hablar todos de política. No me asusta porque hoy hay una madurez social muy diferente a la década del 50. Podemos discutir fuertemente de política y después seguir comiendo un asado sin problemas...


A esta altura de los acontecimientos habría que reflexionar acerca de que tal vez el problema no es discernir sobre política con familiares y amigos sino hundirse en la lógica amigo-enemigo que tanto estimula a los profesionales del rubro.




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