EMIGRAR

Hoy en dia ya casi todos tenemos a un amigo, un hijo etc etc que ya ha emigrado del país y nos encontramos viviendo la realidad de tener a personas muy queridas viviendo lejos de nosotros o planificando emigrar. Es una condición que nos ha tocado vivir a muchos generado por distintas razones y definitivamente lleva a replantearse cómo hacer para mantener vivo tantos afectos, y poder trasmitir a nuestros hijos los valores de familia y de amigos que tanto nos han llenado a lo largo de nuestra vida.

El proceso migratorio no sólo es difícil para la persona que se va, sino para las que se quedan, ya que los lazos van en ambas direcciones.

Estar a muchos kilómetros de sus familiares no significa que el vínculo deba debilitarse, pero sí implica un esfuerzo mayor en mantenerlo, sobre todo para nuestros hijos. Hay familias que viven muy cerca, y suelen no verse o nutrir estos vínculos…pero nunca es igual cuando hay demasiada distancia entre ambos, o simplemente saber que esta en otro país.

Lo que si estoy notando es que la mayoria son nuestros jóvenes, pareciera que se hubiesen contagiado con un virus de "ME VOY DE AQUI" se que no son buenos los apegos pero este tremendo desapego de verdad no lo puedo asimilar todavía. No me queda mas que pensar que no estan a mi lado pero están vivos y según ellos felices entre " "


tus hijos que se van a otro lugar porque en el país hay mucho peligro, el peligro existe en todas partes, y que de los que nos quedamos nos quedamos en peligro ? y a ellos no les importa entonces los que nos pase sera que aqui hay algo de individualismo es compleja la cosa.

Generalmente nos sentimos incómodos y tristes por la despedida. Eso es inevitable y nada mas el desconocer si retornan o quizás mas nunca vuelvan. sigue siendo fuerte. . Y comenzamos a extrañar y sentir un vacío en momentos y fechas particulares. Romper costumbres es difícil, es un proceso natural y es a lo que más cuesta despedirse. Que vaina con los sentimientos..... lo que tenemos es acondicionarnos y pensar que la relación familiar no se acaba, no es un luto, es una despedida y un comienzo de un nuevo capítulo en la vida de ambas partes. Mientras se mantenga siempre presente ese mensaje, estaremos viendo la despedida desde una perspectiva más positiva, y creo que es lo mejor. El comienzo de un nuevo capítulo entre los que se van y los que se quedan.