viernes, 30 de marzo de 2012

Como enfrentar la muerte. Debería haber escuelas donde se imparta tal enseñanza




Siempre que perdemos algo o a alguien lo primero que hacemos es echarnos la culpa, decimos cosas como: si yo hubiese estado allí en se momento quizas no hubiese pasado, también es frecuenta recordar lo que le dejamos de dar, o decir, tal como lo hubiese abrazado mas, besado mas, le hubiese dejado que hiciera esto o cual otro etc. Y asi por el estilo, nos introducimos en un duelo y lo que hacemos es recordar y recordar como una película que pasa por nuestra mente y nos maltratamos segundo a segundo minuto a minuto, hasta que pasa el tiempo y aceptamos lo que ha pasado.



La muerte es una experiencia en la vida que nadie quiere afrontar. A menudo la vida puede parecer como si nadaras en el océano con la marea alta. Aunque supiéramos nadar y sortear las grandes olas en el momento oportuno, cuando menos lo esperamos… ¡Zas! Somos volteados y nos encontramos dando vueltas en el fondo del océano con la boca llena de arena. Si peleamos, nos llevará más tiempo salir a la superficie. Pero si seguimos la corriente, salimos a flote. Flotar cuando estamos asustados es difícil. Se necesita confianza y concentración. Enfrentar la muerte de un ser querido es similar. Para poder lidiar con ella, se necesita confianza. estar preparado para sufrir menos, ya que la idea de esta vida vivirla lo mejor posible, teniendo mas momentos de alegría que de tristeza.

La muerte casi siempre viene acompañada por preguntas, especialmente “¿Por qué?” Ya sea que estemos enfrentando nuestra propia muerte o la de alguien que amamos, queremos respuestas. ¿Por qué está sucediendo esto? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Existe la vida después de la muerte? Entre más rápido aprendamos a flotar (a confiar), más fácil se nos hará encontrar las respuestas que estamos buscando.

Enfrentar la Muerte — La Posición Verdadera Al lidiar con la muerte, la solución es la misma, ya sea la tuya o la de alguien o algo que amas. Por difícil que nos sea aceptarla, debemos entender que la muerte es parte de la vida. Como algunos han bromeado, la muerte es la única cosa que viene con 100% de garantía.

por esta razón es que debemos vivir nuestro día a dia al maximo demostrando todo ese amor que sentimos por esas personas que apreciamos, queremos amamos, porque nadie nadie sabe exactamenet la hora en que ya nos toque partir, porque cada uno de nosotros viene con su dia hora y fecha.

Es útil darnos cuenta que mientras nuestros cuerpos son mortales, todos los seres humanos son eternos. Nuestra alma y espíritu nunca morirán. Nuestros espíritus, la esencia de quienes somos, vivirán por siempre. pero de todas formas que hacemos con eso si ya nunca mas volveremos a ver a ese ser querido, e alli el detalle, ademas nadie ha ido y a vuelto a contarnos, al menos yo no he hablado nunca con alguien que haya muerto y regresado, he leido mucho sobre esto, pero nada mas queda en eso lectura. ahora bien algo debe haber mas alla de la muerte, ya que lo que tengo son experiencias en sueño con seres que me han comunicado algo que luego ha sucedido, de esto es lo unico que puedo dar fe, entonces debemos tomar esto como que los seres queridos que se han marchado para siempre estaran siempre alli no fisica pero si de alguna manera.

Cuatro pasos en el duelo

Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero el tiempo, por si solo, no hace nada. Lo que ayuda realmente es lo que tú haces con el tiempo.

¿Estás utilizando el tiempo para ACEPTAR LA PÉRDIDA, para reconocer que tu ser querido ha muerto y no lo vas a recuperar?

¿Estas utilizando el tiempo para expresar las emociones y SENTIR EL DOLOR que supone para ti esa pérdida?

¿Estás utilizando el tiempo para APRENDER A VIVIR sin esa persona querida?

¿Estas utilizando el tiempo para, llegado el momento, ir recuperando tu INTERES POR LA VIDA ?

Si quieres vivir de una manera sana tu duelo, si no quieres arrastrar indefinidamente el dolor, no basta pues con esperar a que todo se pase, o seguir viviendo como si nada hubiera pasado. Necesitas dar algunos difíciles pasos y aprender las duras lecciones de la pérdida. No existen atajos para el dolor.

Acepta también que tendrás que vivir momentos duros y emociones intensas, que estarás más vulnerable...No te exijas pues tampoco demasiado, sé amable contigo mismo y respeta tu propio ritmo.

Los cuatro pasos...

Aceptar la pérdida

Aunque sea la cosa más difícil que has hecho en toda tu vida, debes llegar a aceptar esta dura realidad: tu ser querido ha muerto y no va a regresar. Aceptar con la cabeza es fácil, sabes que ha muerto. Lo difícil es aceptar con el corazón. Es pues muy normal un tiempo (pueden ser meses) en el que te niegues o te rebeles contra la dura realidad. Date tiempo.

Hablar de tu pérdida, contar las circunstancias de la muerte, visitar el cementerio o el lugar donde se esparcieron los restos...Todo esto te puede ayudar poco a poco, y con mucho dolor, a ir aceptando el hecho de la muerte. Sabrás que has podido dar este paso, cuando pierdas toda esperanza de recuperar a tu familiar o amigo, será el momento de la verdadera despedida.

Aceptar la pérdida puede resultar especialmente difícil si la muerte fue inesperada o violenta.

Sentir el dolor

Necesitas también sentir el dolor y todas las emociones que le acompañan: tristeza, rabia, miedo, impotencia, desesperación, culpa... Habrá personas que te dirán: "Tienes que ser fuerte". No les hagas caso. No escondas tu dolor. Comparte lo que te está pasando con tu familia, amigos de confianza...No te guardes todo para ti mismo por miedo a cansar o molestar. Busca aquellas personas con las cuales puedes expresarte tal y como estás.

Si no quieres compartir o mostrar tus emociones a otros, no tienes porque hacerlo, pero debes buscar otras manera de dar salida y vivir tus emociones en privado.

Aprender a vivir sin esa persona

Recuerda que hay tiempo para todo, para sentir y vivir el duelo, pero también para hacer, para ocuparte de las muchas actividades de la vida cotidiana. Aunque sientas que el mundo se ha parado para ti, también es cierto que la vida sigue con sus muchas y quizás nuevas exigencias. Una actitud adecuada sería aquella que busca un cierto equilibrio entre el sentir y el hacer.

Así, hacer el duelo significa también aprender a vivir sólo/a, aprender a tomar decisiones por ti mismo/a, aprender a desempeñar tareas que antes hacía el fallecido, aprender nuevas formas de relación con la familia y amigos, aprender un nuevo sentido del mundo y de uno mismo...

Recuperar el interés por la vida y por los vivos

Llega un momento en que sabes que es necesario soltar el dolor y el pasado. La vida te espera llena de nuevas posibilidades.

No hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz, en querer establecer nuevas relaciones... En el caso de la muerte de la pareja, no hay motivo para avergonzarse si aparece de nuevo el deseo sexual. En realidad, el corazón herido cicatriza abriéndose a los demás.

Esto es lo que escribía una adolescente a su madre 2 años después de perder a su padre: "Existen otras personas a las que amar, y eso, no significa que quiero menos a papá".

Finalizar el duelo no es olvidar... Para cada persona puede significar cosas distintas:

Pensar en él o ella sin sentir ya ese latigazo de dolor y recordarle con ternura y agradecimiento por lo vivido juntos.

Es poder dar un sentido a todo lo que has vivido en estos meses o años.

Es entender con el corazón en la mano que el AMOR no se acaba con la muerte

En cierto modo, nunca te recuperas de una pérdida significativa, porque ésta inevitablemente te cambia. Tu puedes escoger si ese cambio será a mejor.





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