Desde los siglos, la humanidad ha utilizado las cartas del Tarot para adentrarse dentro del universo del porvenir de las personas.
Sin embargo, en épocas recientes, estos símbolos también se han aprovechado para explorar los pensamientos más profundos de las personas, a través de la técnica conocida como "mindfulness".
Este estado mental de alta concentración o meditación profunda puede practicarse prácticamente en cualquier lugar y en el horario que se desee, siempre y cuando se esté abierto a la meditación y el autodescubrimiento.
La intervención de las "cartas del tarot" del amor, por ejemplo, se puede utilizar para meditar en relación a un sentimiento muy grande como es el amor.
Lo utilizamos precisamente para concentrar los pensamientos y energía en el sentido de nuestro destino y así evitar nuestras propias barreras mentales y autoengaños.
La técnica del mindfulness entonces, son todos aquellos pensamientos que emergen de lo nuestros ojos y mente perciben.
Así pues, para iniciar su práctica, basta con que el interesado haga una tirada de Tarot física o digital como en el sitio "Marmara Tarot" y, una vez mostradas, se concentre en sus imágenes, preferentemente en aquellas que implican un cambio, como los Arcanos Mayores.
La concentración en las cartas y los pensamientos que de ellas emanen deben ser totales, pero siempre libres; este estado de concentración, parecería inicialmente como un análisis de lo que el Tarot nos está presentando, pero en realidad representa la libre exposición a los pensamientos que genera nuestra mente cuando se topa con su destino.
Inicialmente la práctica puede parecer caótica pues la variedad de cartas dirigirán aleatoriamente nuestra mente a diversos escenarios y significados, pero es importante dejar que esto ocurra y que todas las ideas estén presentes, pues solo así podremos descubrirnos plenamente.
Las cartas provocarán sentimientos y reacciones, y es precisamente de lo que se trata, dejar fluir todas las ideas que en ocasiones atrapamos involuntariamente en nuestro ser, el estar frente al destino y preguntarse todo de el; cuestionar que me hace sentir la carta: si despierta mi sentido de la vista, el tacto o el olfato; a quién o que me recuerda de mi pasado y que anhelos me hace desear del futuro.
Es muy importante que al hacer estas reflexiones no se realicen juicios internos de lo que nuestra mente y las cartas nos hacen pensar, debemos observar nuestro interior tal y como es.
Las posibilidades de este estado de concentración (el cual, con la práctica se iría incrementando) son infinitas, bastará con cambiar de tarot o su forma de expresarse para poder guiar los resultados en el sentido que deseemos.
El objeto de este estado mental, es sacar a la luz y poder observar aquellos pensamientos que habitan en nuestra mente y que por diversas razones están ocultos, la ayuda que obtenemos de las cartas nos dice: "mira, este es tu destino" y será nuestra conciencia y voluntad la que nos haga verlos, sentirlos e interpretarlos desde nuestra perspectiva más íntima y personal.
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