martes, 2 de octubre de 2018

ejercicios para vivir mas..... segun los monjes tibetanos



¡Ejercicios sencillos que ayudan a los monjes tibetanos a vivir hasta los 100 años!



Acercándose a la eterna juventud

Evidentemente, la eterna juventud es una hipérbole. Sin embargo, los beneficios que se consiguen con la práctica de estos ejercicios son realmente interesantes. Desde que se publicó el libro que los recoge, muchos son los lectores que han compartido sus beneficios. El más común es una apariencia más joven: menos arrugas y piel más luminosa y hay quien afirma, incluso, que ha conseguido que algunas canas se oscurecieran. También es muy efectivo en la disminución de los dolores crónicos y en la mejoría de la artritis. A nivel cognitivo, muchos de los practicantes aseguran tener más memoria y sentir mucha más energía en el día a día. Incluso, hay quien ha experimentado mejorías en la vista y pérdida de peso. Y es que uno de los efectos que se ha comprobado es que fomentan un proceso de desintoxicación que si es acompañado de una dieta baja en azúcares, resulta mucho más efectivo.




1. Da vueltas

De pie, levanta los brazos extendidos a la altura de los hombros, con la palma hacia abajo. Empieza a dar vueltas, siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Al principio, puede que te marees un poco, pero es un efecto que se supera con la práctica. Intenta fijar la vista en un punto, para evitar el mareo. Como puedes ver el ejercicio no puede ser más sencillo y es apto para personas de cualquier edad y condición. Cuando acabes, tendrás que descansar unos instantes antes de realizar el siguiente ejercicio, de pie y con la barbilla hundida en el pecho. No se saltes estos descansos, porque son muy importantes para aprovechar la energía que provocan los movimientos.

2. Abdominales tibetanos

Estírate en el suelo, con la espalda apoyada, con brazos extendidos y palmas de las manos abajo. Ahora se trata de que levantes la cabeza y las piernas a la vez. Lo que es más importante es que no dobles las rodillas, no importa hasta donde puedas llegar. En el momento en el que lleves a cabo la elevación inhala profundamente. Vuelve a la posición original de forma controlada, mientras exhalas, relájate un momento y repite. Descansa estirado en el suelo antes de proseguir con el tercer ejercicio.

3. Adelante, atrás

Arrodíllate con el torso incorporado, con la punta de los dedos del pie tocando el suelo, con las manos apoyadas en la parte trasera de los muslos. Inclina cabeza y cuello hacia adelante, mientras haces una inspiración profunda. Después haz justo el movimiento opuesto, estirándote hacia atrás y arqueando la columna. Vuelve a la posición recta, mientras exhalas el aire y a comenzar de nuevo. Descansa haciéndote un ovillo hacia adelante.

4. La tabla-puente


Sentado, con las piernas estiradas, las puntas de los pies hacia arriba y las manos al lado de las caderas, mueve la cabeza adelante, como si quisieras que tu barbilla tocara el pecho mientras absorbes el aire. Justo después, estira la cabeza atrás y levanta al cuerpo, intentando que quede como una línea recta. Tensa todos los músculos de tu cuerpo, mientras contienes la respiración. Desténsalos y vuelve a la postura del principio. Exhala, tómate tu tiempo y ve a por la siguiente repetición. Antes de pasar al siguiente ejercicio, tómate un pequeño descanso, sentado y con el mentón cerca del pecho.

5. La cobra

Colócate con las manos y la punta de los pies tocando el suelo. La espalda y la cabeza deben estar arqueados, hacia atrás, en la posición de la cobra. Ahora deberás levantar el cuerpo, mientras inhalas el aire profundamente. Tu cuerpo deberá dibujar una uve al revés, mientras tus pies y tus manos no se han movido y mientras alcanzas esta posición, deberás sacar el aire. Para estirar completamente la columna, dirige la barbilla hacia el pecho. Antes de dar por finalizado tu entrenamiento tibetano, descansa unos instantes estirado con el pecho sobre el suelo.








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